Filosofía


Nos inspira un enfoque trasnpersonal basado en la presencia. 

Siguiendo a Welwood, es interesante tener en cuenta los siguientes aspectos para la intervención bajo el paradigma transpersonal:

  1. Presencia incondicional como antídoto al problema de la personalidad condicionada, pues el automatismo nos lleva a rechazar y a alejarnos de los aspectos dolorosos, desagradables o amenazantes de la experiencia.
  2. Momento colapso del mundo. Como una experiencia que nos haga cobrar conciencia de la vulnerabilidad básica del ser humano así como del modo de servirnos de las crisis de identidad como oportunidad para descubrir en el proceso nuestro auténtico poder. 
  3. Entender los problemas ligados a la falta de sentido en la vida, con una visión más amplia del papel que desempeña el vacío en la existencia humana. 
  4. Importancia que juega el papel del corazón en la curación psicológica y la importancia del amor incondicional en la relación curativa. 
  5. Importancia de la amabilidad y de la amistad incondicional en el descubrimiento de la bondad que somos, lo que nos ayuda a superar la necesidad compulsiva de demostrar nuestra valía. 
  6. La depresión, como ruptura del corazón, es una reacción negativa al descubrimiento de la dimensión abierta e ilimitada de la vacuidad, que la persona en este estado suele interpretar de modo personal como un signo de fracaso o de carencia. Pero la depresión, considerada como una oportunidad espiritual, constituye una excelente oportunidad para descubrir el único apoyo verdadero, el fundamento del ser. 
  7. Es esencial distinguir lo que creemos ser de la experiencia sentida para abordar de una nueva forma los problemas emocionales y transmutar los estados confusos y conflictivos de la mente en sabiduría de la conciencia. 
  8. Aplicación a la vida cotidiana de las enseñanzas y prácticas del despertar espiritual. 
  9. Las relaciones interpersonales de intimidad, pasión y amor alimentan en ocasiones sentimientos ligados al miedo, poder, abandono, traición, regresión y demás situaciones amenazadoras. Estas relaciones pueden ser un camino de transformación que nos lleve a convertirnos en personas capaces de relacionarse y comprometerse con los demás, a la vez que arraigar lo personal en el fundamento mayor del ser que transciende la persona y nos exige crecer y despertar.


Fuente: WELWOOD, J. (2002) Psicología del despertar. Barcelona. Kairós. Pp. 181-299